OPINION
Hace ya algún tiempo leí una nota de la revista lugares, que resumía la vida del Perito, o Panchito. Tal el apodo que le daba su padre en sus tantas cartas que le escribió. Si bien no es de mi agrado, ni el objetivo de este blog copiar notas, en este caso me parece un deber hacer conocer por este medio la vida del principal procer de nuestra querida Patagonia; y así tratar de llegar a difundir el sentimiento de éste argentino que dedicó su vida al estudio de la región. Y ahora mas que nunca...cuando en estos tiempos existen algunos individuos que están en contra de todos los que hicieron grande a este país, (llamese generación del ochenta... Roca, Bustillo, Ramos Mejia, etc. ..etc.. y un sin fin de personajes más que fomentaron el progreso ).
Esta ola de pensamiento, (por suerte minoritario), de algunos sectores, que no se, que fines políticos persiguen, pretenden derribar bustos de gente que nos marcó un ejemplo y un camino a seguir. Critican, como si fuera un crimen que hayan seguido ejemplos y modelos de los países mas adelantados (en esa época europeos). Yo me pregunto: ¿que modelos tenían que seguir?.
Como si quisieran ganar a las nuevas generaciones, y cambiarles la cabeza, imprimiéndoles un pensamiento alejado de estos antepasados, que marcaron una época en que nuestro país ocupaba el séptimo lugar en el mundo, presentan a la sociedad proyectos poco relevantes, vulgares y de niveles incomprensibles, que nos pone a la altura de lo que somos en la actualidad... un país que perdió el liderazgo que tenia en esa época.
Recuerda el lector el proyecto de cambiar el billete de cien pesos donde esta la foto del Gral. Roca, porque decían que era un genocida, (comparándolo con los militares del golpe del 76).
Observe el lector, como recibió el país el centenario... las obras realizadas están. Refiriéndome solo a la Patagonia : El ferrocarril, las rutas, los parques nacionales, todas las construcciones de
Bariloche, el desarrollo del turismo, la consolidación de nuestras fronteras, etc. . etc.
Veremos ahora como va a recibir el país el bicentenario. ¿Terminarán de asfaltar la histórica ruta 40, que une todo el oeste patagónico?. NO SE!.
Como ve el lector, hay cosas materiales que no se pueden borrar con la crítica infundada, sacando a flor de piel no se que pensamiento retrogrado, y queriendo confundir a la gente llevándola, o arreándola como ganado.
Por suerte hay mucha juventud que viaja, estudia e investiga por toda nuestra Patagonia.
Este efímero y minúsculo movimiento pasará sin dejar rastro, como un chubasco del oeste patagónico, y los que piensan así serán ilustres olvidados, porque en sus vidas hablaron y criticaron mas de lo que hicieron.
Yo no quería escribir todo esto... pero aburrido y no teniendo nada que hacer en este domingo 15 de marzo de 2009, la pluma se desboldó...mis disculpas, y aquí esta esa nota :
Revista LUGARES Nro. 95Pag. 12-14
Por: Maria Malusardi
Fotos: Archivo Lugares
"No es privilegio de pocos sentir fascinación por el sur argentino. Ni siquiera es una originalidad. Pero sí es privilegio de pocos o de casi nadie descubrir, clasificar y fundar; haber pisado esas tierras cuando aún nadie lo había hecho, cuando eran geografías indígenas y misteriosas, vírgenes y salvajes. Francisco Pascasio Moreno, que nació en Buenos Aires en 1852, fue ese hombre incauto y minucioso en sus ademanes, que se adentró en las tierras ya recorridas por Darwin algunas, otras por nadie.Francisco Moreno vivió intensamente durante toda la segunda mitad del siglo XIX momento de explosión histórica en la Argentina, y principios del XX, pleno positivismo en el mundo: la única perspectiva posible sobre la vida estaba concentrada en los alcances de la ciencia. Pero él, que fue un naturalista, un científico, un viajero, un inquisidor de la vida y sus orígenes y un autodidacta, llegó hasta las tierras más australes para percibirlas, palparlas y nombrarlas, no con la vena atomicista y arbitraria de las tendencias del momento, sino con una visión más integradora.
Así fue que apenas pisó las márgenes del lago Nahuel Huapi, clavó una bandera argentina a modo de posesión simbólica. Luego descubrió y nombró el lago Argentino, también el cerro Moyano y el Fitz Roy, entre otros sitios. Sus exploraciones geográficas y geológicas fueron permanentes e interminables a lo largo de su vida. Iba y venía, en tren, en diligencia, a caballo, en barco.
De todo medio de transporte menos aviones porque entonces no existían se valió el perito Moreno para arribar a los confines del planeta, para descubrir especies nuevas y clasificarlas, para convivir con los aborígenes, hablar sus lenguas, paladear sus alimentos, dormir sobre sus cueros pintados y sus tejidos, revisar sus cementerios y sus calaveras, sus utensilios y sus lanzas.Su intensidad en la relación con los indios, incluso, fue curiosa: pasó desde el amor hasta el cautiverio. De todo salió indemne y muchas de sus experiencias pudo transformarlas en conocimiento.
Ya de pequeño se quedaba horas colgado del movimiento de las h
ormigas y de las copas de los árboles. En el mirador de su propia casa, con incentivo de su padre, él y sus hermanos fundaron el museo Moreno. Esto, que podría haber quedado en un juego de niños inquietos, terminó trasladándose a su vida adulta: realizó una labor intensa como director del Museo de La Plata, le donó su propia biblioteca y envió a la Patagonia una nueva expedición científica. Entre tanto, las instituciones académicas de arqueología, geografía y ciencias del mundo le otorgaban títulos, nombramientos y demás honores.Murió en 1919. Poco tiempo antes había fundado el Parque Nacional del Sur, el primero de la Argentina, que hoy le rinde tributo portando su nombre en otros Parques, localidades, pueblos y hasta el más importante de sus glaciares.
Autor de numerosos escritos, publicó su Viaje a la Patagonia Austral (1876-1877) en la editorial de La Nación en 1879, ilustrado con algunos de los siguientes grabados.
FRAGMENTOS DE VIAJE A LA PATAGONIA AUSTRAL, DE F. MORENO
La hembra pare sólo un guanaco (sic), aunque hay ejemplos de que se vea una con dos o tres; los pequeños, los que más prefiere el indio pues de ellos saca los cueros para los quiIlangos, son muy ligeros desde que nacen y ya a los dos meses es difícil tomarlos...
Se cree vulgarmente que para la población de Patagonia es necesario la extinción del indio Si éste en su orgullo de salvaje no pide a la tierra lo que ella voluntariamente no le proporciona, es porque desprecia la vida sedentaria y prefiere ceder a la atracción que en su cerebro ejercen los horizontes ilimitados del desierto..... El día que el tehuelche, así como las demás tribus de la pampa, conozcan nuestra civilización antes que nuestros vicios y sean tratados como nuestros semejantes, los tendremos trabajando en las estancias del Gallegos, haciendo el mismo servicio que nuestros gauchos.
Monte Frías ...
Costeamos la falda de un cerro bastante elevado y extenso, aislado, de formación arcillo-esquistosa, cuyo pie baña el lago. Llamo a este cerro "monte Félix Frías" en honor de mi venerable amigo, el esclarecido patriota que defiende con tanto ardor la causa de los argentinos contra las temerarias pretensiones chilenas....
Tormenta en el Lago Argentino
Hemos embicado al pie de los médanos, sobre una playa de pedregullo sumamente pendiente que pone en serio peligro la embarcación, que se encuentra rodeada por un furioso oleaje. Con inmenso y peligroso trabajo, maltratados por las piedras rodadas que nos golpean las espaldas, conseguimos salvarla descargándola, habiendo perdido el timón y el palo pintado y una gran parte de las colecciones que el agua arrebata. Los víveres están casi completamente inutilizados, sólo la momia se ha salvado preservada por un espeso sudario de lona con el cual la he envuelto."
Eduardo
Marzo 2009