Había sido un día largo, soleado y caluroso en la estepa patagónica. Veníamos de la localidad de Perito Moreno, parada obligada del viajero que quiere visitar Cueva de las Manos.
La mística R 40, con sus curvas y su ripio, obligaba a el chofer a llevar una velocidad, que en algunos tramos no pasaba los 40 km./hs.
El micro no tenía aire acondicionado, el sol se filtraba entre las cortinas de las ventanillas abiertas, que flameaban dentro del habitáculo, mientras a duras penas dejábamos km. atrás.
Se iba aproximando la tarde y llegamos a Tres Lagos. Los tres lagos en cuestión son el Viedma, el Tar y el San Martín, que en la escala patagónica de las distancias están a la vuelta de la esquina. El más próximo queda a 45 km.
Unos km. más y llegaríamos a Punta del Lago, donde abandonaríamos la R 40 y tomaríamos la R 23. En ese punto se encuentra la estancia La Margarita, y la Leona en un recodo del río homónimo. Lugar donde el Perito Moreno fue atacado por una puma, anécdota que cuenta en su libro Viaje a la Patagónia Austral (pag. 434).
Nos separaban solamente 89 km. de la capital del trekking. Tal como suelen llamarlo al Chaltén.
A poco rato de andar observé el cielo rojizo. El crepúsculo era un espectáculo tal, que todos los que viajaban pidieron al chofer que detenga el micro para sacar unas fotos.
Como es común a esa hora y en esas latitudes, la temperatura había bajado y me sorprendió de mangas cortas.
Seguimos viaje... el cansancio y el sueño que nos producía el trajín de tan largo trayecto, se disipaba por los nervios de la llegada.
Ya...la actitud de los viajeros, en su mayoría jóvenes, y no tan jóvenes, como yo, era jovial e inquieta; llena de entusiasmo por lo que estaba por venir. Un momento de gloria nos esperaba a todos. El Fitz Roy (3405 m.), el Cerro Torre (3102 m.), el Poincenot (3002 m.), y todas las demás agujas de ese macizo granítico que lo rodean se veían como figuras negras que emergían del horizonte, con un fondo de cielo rojizo.
Según las curvas que tomaba el camino, la cadena montañosa pasaba de derecha a izquierda del micro. Parecía que nos quería dar la oportunidad de que todos los viajantes puedan contemplarla.
En media hora más estábamos entrando al típico pueblo del Chaltén. Solo nos quedaba ubicar el hostel donde nos hospedaríamos.
El Chaltén fue fundado en 1980, con el objeto de poblar una comarca que estuvo en disputa
con Chile. Dicen que es el pueblo más joven de Argentina. Es agreste y en desarrollo creciente, con una atmósfera juvenil y de pioneros, realzada por el tipo de turismo que llega hasta ahí;... turistas, apasionados por el trekking y el montañismo.
El día amaneció soleado y claro. Muy apropiado para conocer los miradores del Chaltén. Caminata corta y fácil que recomiendo para ejercitarnos y luego
realizar el Trekking al C. Torre y el Fitz Roy.
Eduardo
Enero 2009.-
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